
Para ganar mayor simpatía entre los votantes, con mira a las elecciones del 2020, el presidente de Estados Unidos incorporó a su discurso el amor a Dios, su defensa al derecho de nacer y su oposición al aborto y a la homoxesualidad.
Por Rey Artuto Taveras
MIAMI, FL.
USA.- El presidente Donald Trump ascendió
al poder de Estados Unidos al ganar la simpatía de los votantes con un discurso popular, nacionalista y antimigratorio, el cual impulsó desde el
inicio de su campaña electoral para las elecciones del 2016.
Además de
prometer una nación fuerte, con una economía sólida, libre de terrorismo, de inmigrantes ilegales y de actos delincuenciales, Donald
Trump ha incorporado a su discurso la devoción a Dios, su oposición al aborto y
a la homosexualidad.
Para cumplir
con su promesa de Campaña Trump mantiene a raya a los inmigrantes ilegales,
llevando a cabo redadas en casi todo el territorio de la Unión.
Además,
Trump sigue creyendo firmemente en su
visión de “Estados Unidos primero” para guiar la política exterior, por lo que sigue
apoyándose en la retórica que usó para articular esa visión, tanto en la campaña
como desde que se posesionó.
La palabra
“soberanía” es la encarnación de la visión de política exterior de “Estados
Unidos primero” que tiene Trump. El presidente le dejó claro al mundo que
EE.UU. actuará, en última instancia, pensando en su interés propio.
“El primer
deber de nuestros gobiernos es con su gente, con nuestros ciudadanos, para
servir sus necesidades, para garantizar su seguridad y preservar sus derechos y
defender sus valores”, ha dicho Trump, en reiteradas ocasiones.
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