
Los ataques de estas enfermedades afectan a casi la totalidad de la población obligando a la mayoría de los ciudadanos a acudir al médico o comprar algún medicamento para combatir esas enfermedades, muchas de las cuales repiten sus efectos, porque el virus o bacteria se oculta en el cuerpo y duran años afectando a la población como es el caso de dengue.
El dengue, una enfermedad endémica que tiene décadas en los casi todos los países de América Latina, es el que mayor cantidad de muertes ha registrado, siendo mayor la inversión de la población afectada en el combate de esta mortal enfermedad.
En República Dominicana, por ejemplo, el dengue ha llevado a millones de personas a los hospitales donde los parientes de cada enfermos gastan cientos de miles de pesos y según estadísticas del Ministerio de Salud Publica de este país, desde el 2006 a la fecha ha causado por lo menos 620 muertes, de acuerdo a registros oficiales, y ha afectado a cerca de 100 mil personas. En lo que va de año 21 personas, sobre todo menores de 15 años, han perdido la vida.
En el 2014, los dominicanos enfrentaron a un nuevo virus, la chikungunya, enfermedad que se convirtió en la epidemia de mayor magnitud de los últimos años, afectando a más del 70 por ciento de la población.
En tanto que desde principio del 2016 empezó a circular en territorio dominicano el virus del zika, enfermedad que se vincula a complicaciones que preocupan a los sistemas de salud, como la microcefalia, cuando afecta embarazadas durante las primeras 24 semanas de gestación, y lesiones neurológicas como síndrome de Guillain Barré.
El dengue, la chikungunya y el zika son transmitidas por el mismo vector, el mosquito Aedes aegypti, el cual se cría en aguas limpias y se cree que han sido virus creados en laboratorios para generar riquezas que favorecen a la industria farmacéutica, a las clínicas y a los médicos.
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