Key Largo, Florida.- En vez de reclamar la prohivición de libros con un contenido de sexo explícito, violencia o lenguaje considerado ofensivo en las escuelas de Estados Unidos, los padres de familias deben empeñarse mas en vigilar a sus hijos en el uso de las redes sociales.
Las redes sociales se han convertido en las escuelas mas influyentes y los mensajes e imagenes que exhiben son mas crudas y contundentes, por lo que los jovenes aprenden mas en esos medios digitales que en las escuela.
Sexo explícito, violencia o lenguaje considerado ofensivo no son bienvenidos -para muchos adultos- en los libros que leen los jóvenes en Estados Unidos.
Tanto es así que cada año hay cientos de objeciones por parte de individuos o grupos organizados que intentan vetar algunas obras en las escuelas y bibliotecas de todo el país.
Lo sorprendente es que junto con esas cuestiones citadas, empieza a aparecer cierto rechazo a libros que hablan sobre pobreza, clases sociales o desigualdad.
Así lo constata la Asociación Estadounidense de Bibliotecas (ALA, por sus siglas en inglés), que cada año desde 1982 elabora una lista con los libros más cuestionados.
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